La reestructuración y consolidación son dos opciones para hacerle frente al pago de tus deudas en el caso de que estés teniendo problemas para cubrir las mensualidades. Si estás buscando la mejor opción, esta información es para ti.
La reestructuración de deuda es un proceso financiero mediante se renegocian los términos de la deuda con los acreedores. El objetivo es hacer que la deuda sea más manejable y sostenible a largo plazo.
Reestructurar una deuda significa cambiar los términos originales bajo los cuales pediste prestado buscando un acuerdo con la institución financiera sobre cómo y cuánto se está pagando un crédito.
Este proceso puede incluir:
Al reestructurar una deuda tus pagos mensuales pueden disminuir, facilitando el cumplimiento de tus obligaciones, también puedes obtener una tasa de interés más baja, lo que reduce el costo total de la deuda.
Considera que dependiendo del acuerdo, la reestructuración puede afectar tu calificación crediticia. Así que es importante entender las implicaciones para tu historial crediticio.
Ejemplo:
María tiene una deuda de $100,000 pesos con una tasa de interés del 35% anual y una mensualidad de $5,000 pesos. Debido a un gasto inesperado, no puede seguir pagando esta cantidad. Acude a su banco y negocia una reestructuración. Como resultado, su deuda se extiende a un plazo mayor con una tasa de interés menor del 25%, reduciendo su mensualidad a $3,500 pesos, lo que le permite manejar mejor sus finanzas.
Por otro lado, la consolidación de deudas funciona cuando tienes varios créditos, ya sea con diferente institución financiera o dentro de la misma.
En este caso, se unifican todas las deudas en una única cuenta, por lo que estarías haciendo solamente un pago al mes.
O bien, si tienes problemas con cubrir las mensualidades cuando solicitas un crédito, toma en cuenta que también existe la opción de los préstamos vía nómina IMSS cuyo pago es automatizado, haciendo más fácil estar al día con tus deudas.
Ejemplo:
Carlos tiene tres tarjetas de crédito con diferentes bancos, con tasas de interés del 40%, 35% y 45%. En total, paga $8,000 pesos al mes en sus tres tarjetas. Carlos solicita un préstamo con tasa de interés del 25% y usa ese dinero para pagar todas sus tarjetas. Ahora solo tiene un crédito con una mensualidad de $6,500 pesos, lo que reduce su carga financiera y le facilita administrar sus pagos.
Como verás, se trata de dos instrumentos financieros diferentes y depende mucho del porqué estás teniendo problemas para pagar.
La consolidación de deudas es recomendable si constantemente olvidas la fecha de corte o de pago de los diferentes créditos que tienes y prefieres tener una única cuenta.
También contribuye a reducir la cantidad que pagas por intereses o comisiones en diferentes créditos.
Mientras que la reestructuración te puede ayudar a pagar una mensualidad menor, si estás teniendo dificultades para cubrir todos tus gastos en el mes.
Una reestructuración de deuda es necesaria en diversas circunstancias, especialmente cuando existen dificultades para cumplir el pago de estas. Algunas situaciones en las que una reestructuración de deuda es necesaria:
Sobre la consolidación de deudas hay algunos aspectos que no debes perder de vista:
Si tu opción es la reestructuración, también hay algunos aspectos a considerar:
Por último, Independientemente de la opción que elijas, acude inmediatamente con la entidad financiera si consideras que estarás teniendo problemas para pagar, para llegar a un mejor acuerdo.
Las mejores condiciones para negociación generalmente se ofrecen a quienes no han dejado de pagar o no han tenido retrasos. Si esperas hasta que ya te es imposible pagar, puedes perder las mejores oportunidades.
Fuentes:
Investopedia, Debt Restructuring.
NerdWallet, What Should You Do If You Can’t Make Your Credit Card Payments?
Wells Fargo, Can debt consolidation work for you?
BBVA, Opciones para pagar tus deudas.