La reestructuración y consolidación son dos opciones para hacerle frente al pago de tus deudas en el caso de que estés teniendo problemas para cubrir las mensualidades. Si estás buscando la mejor opción, esta información es para ti.
¿Qué es la reestructuración de deuda?
La reestructuración de deuda es un proceso mediante el cual una persona o empresa negocia los términos de sus deudas con los acreedores. Este proceso busca hacer que los pagos sean más accesibles, adaptándose a la capacidad financiera actual del deudor.
El objetivo principal es reducir la carga financiera, extendiendo los plazos de pago, disminuyendo las tasas de interés, o incluso reduciendo la deuda total en algunos casos. La reestructuración puede ser una herramienta útil cuando el deudor enfrenta dificultades para cumplir con los pagos originales, evitando así el incumplimiento o la quiebra.
¿Cómo funciona la reestructuración de deuda?
La reestructuración de deuda es un proceso financiero mediante se renegocian los términos de la deuda con los acreedores. El objetivo es hacer que la deuda sea más manejable y sostenible a largo plazo.
Reestructurar una deuda significa cambiar los términos originales bajo los cuales pediste prestado buscando un acuerdo con la institución financiera sobre cómo y cuánto se está pagando un crédito.
Este proceso puede incluir:
- Modificación de los Términos de Pago: Se pueden extender los plazos de pago, reducir las tasas de interés o ajustar el monto de las cuotas mensuales.
- Condonación de Parte de la Deuda: En algunos casos, se puede negociar la reducción del monto total de la deuda. Sobre todo cuando los intereses han subido demasiado.
Al reestructurar una deuda tus pagos mensuales pueden disminuir, facilitando el cumplimiento de tus obligaciones, también puedes obtener una tasa de interés más baja, lo que reduce el costo total de la deuda.
Considera que dependiendo del acuerdo, la reestructuración puede afectar tu calificación crediticia. Así que es importante entender las implicaciones para tu historial crediticio.
Ejemplo:
María tiene una deuda de $100,000 pesos con una tasa de interés del 35% anual y una mensualidad de $5,000 pesos. Debido a un gasto inesperado, no puede seguir pagando esta cantidad. Acude a su banco y negocia una reestructuración. Como resultado, su deuda se extiende a un plazo mayor con una tasa de interés menor del 25%, reduciendo su mensualidad a $3,500 pesos, lo que le permite manejar mejor sus finanzas.
¿Cómo reestructurar una deuda?
Para reestructurar una deuda de manera efectiva, sigue estos pasos:
- Evalúa tu situación financiera: Antes de solicitar una reestructuración, es esencial conocer tu capacidad de pago y cuánto puedes asumir mensualmente sin comprometer otras necesidades.
- Revisa tus deudas: Haz un listado detallado de todas tus deudas, incluyendo los saldos pendientes, las tasas de interés, los plazos, y las instituciones financieras con las que trabajas. Esto te ayudará a identificar cuáles son las deudas más urgentes de reestructurar.
- Contacta a los acreedores: Establece comunicación directa con tus acreedores y explícales tu situación. La mayoría de las instituciones financieras están dispuestas a negociar, especialmente si has mostrado voluntad de pagar en el pasado.
- Negocia los términos: Durante la negociación, busca opciones como la extensión de los plazos, la reducción de tasas de interés, o la posible condonación de una parte de la deuda. Asegúrate de que todas las condiciones estén claras y documentadas.
- Formaliza el acuerdo: Una vez que llegues a un acuerdo, asegúrate de que todos los cambios se reflejen en un nuevo contrato. Verifica que los nuevos términos sean beneficiosos para tu situación financiera a largo plazo.
- Cumple con los nuevos términos: Una vez reestructurada la deuda, es crucial cumplir con los nuevos términos acordados para evitar caer nuevamente en impago.
¿Cómo funciona la consolidación de deuda?
Por otro lado, la consolidación de deudas funciona cuando tienes varios créditos, ya sea con diferente institución financiera o dentro de la misma.
En este caso, se unifican todas las deudas en una única cuenta, por lo que estarías haciendo solamente un pago al mes.
O bien, si tienes problemas con cubrir las mensualidades cuando solicitas un crédito, toma en cuenta que también existe la opción de los préstamos vía nómina IMSS cuyo pago es automatizado, haciendo más fácil estar al día con tus deudas.
Ejemplo:
Carlos tiene tres tarjetas de crédito con diferentes bancos, con tasas de interés del 40%, 35% y 45%. En total, paga $8,000 pesos al mes en sus tres tarjetas. Carlos solicita un préstamo con tasa de interés del 25% y usa ese dinero para pagar todas sus tarjetas. Ahora solo tiene un crédito con una mensualidad de $6,500 pesos, lo que reduce su carga financiera y le facilita administrar sus pagos.
Diferencia entre refinanciar y reestructurar una deuda
Aunque ambos términos se utilizan en situaciones similares, refinanciar y reestructurar una deuda tienen diferencias.
Refinanciar implica solicitar un nuevo préstamo para reemplazar el actual, usualmente con mejores condiciones, como una tasa de interés más baja o un plazo más largo. Es una forma de obtener mejores términos para el crédito original, y generalmente implica la obtención de fondos de una nueva institución financiera o la renegociación con la misma.
Reestructurar, en cambio, es un proceso que no necesariamente involucra la solicitud de un nuevo crédito. Se refiere más a la modificación de los términos de la deuda con los acreedores actuales, con el objetivo de hacerla más manejable. Este proceso puede incluir la extensión del plazo de pago, la reducción de tasas de interés, o la condonación de parte de la deuda. La reestructuración puede ser menos costosa en términos de comisiones y requiere la aceptación de los acreedores.
En resumen, refinanciar puede implicar un nuevo préstamo, mientras que reestructurar es más bien una negociación de las condiciones del crédito existente.
¿Qué te conviene más?
Como verás, se trata de dos instrumentos financieros diferentes y depende mucho del porqué estás teniendo problemas para pagar.
La consolidación de deudas es recomendable si constantemente olvidas la fecha de corte o de pago de los diferentes créditos que tienes y prefieres tener una única cuenta.
También contribuye a reducir la cantidad que pagas por intereses o comisiones en diferentes créditos.
Mientras que la reestructuración te puede ayudar a pagar una mensualidad menor, si estás teniendo dificultades para cubrir todos tus gastos en el mes.
¿Cuándo es necesario una reestructuración de deuda?
Una reestructuración de deuda es necesaria en diversas circunstancias, especialmente cuando existen dificultades para cumplir el pago de estas. Algunas situaciones en las que una reestructuración de deuda es necesaria:
- Incapacidad de pago: Cuando no es posible cumplir con las obligaciones de deuda debido a una falta de dinero.
- Tener deudas grandes: Si es difícil liquidar una deuda a largo plazo y esto afecta la capacidad de administrar el dinero de forma mensual o semanal, es recomendable reestructurar la deuda para aliviar esta presión financiera.
- Necesidad de invertir: Si se busca invertir para poner un negocio con el objetivo que genere mayores ganancias en un futuro, reestructurar una deuda puede facilitar la inversión en un emprendimiento.
En cualquier caso, la reestructuración de deuda debe ser abordada con cuidado y planificación.

Lo que debes tener en cuenta
Sobre la consolidación de deudas hay algunos aspectos que no debes perder de vista:
- Si las cuentas están en diferentes instituciones, revisa que cada una acepte este tipo de programas.
- Ten en cuenta que la tasa de interés sea menor o igual a las que ya estás pagando, para que la mensualidad sea menor.
- Lo mejor es que una vez que ya hayas consolidado la deuda, canceles las tarjetas de crédito que ya han sido liquidadas, para evitar seguir pagando anualidades o volverlas a usar.
Si tu opción es la reestructuración, también hay algunos aspectos a considerar:
- La tasa de interés y el plazo indican cuánto te cuesta el crédito al final, por lo que es importante que no los pierdas de vista.
- Si tienes una tasa de interés variable, una tasa fija puede ser una mejor opción, sobre todo si se trata de créditos de mediano plazo.
- El cambio en el estado del crédito debe quedar asentado en un nuevo contrato, asegúrate de que todo el proceso ha quedado claro.
Por último, Independientemente de la opción que elijas, acude inmediatamente con la entidad financiera si consideras que estarás teniendo problemas para pagar, para llegar a un mejor acuerdo.
Las mejores condiciones para negociación generalmente se ofrecen a quienes no han dejado de pagar o no han tenido retrasos. Si esperas hasta que ya te es imposible pagar, puedes perder las mejores oportunidades.

Fuentes:
Investopedia, Debt Restructuring.
NerdWallet, What Should You Do If You Can’t Make Your Credit Card Payments?
Wells Fargo, Can debt consolidation work for you?
BBVA, Opciones para pagar tus deudas.