Finanzas saludables

Gastos fijos y variables, ¿cómo influyen en tu presupuesto?

Escrito por Crédito Maestro | Aug 18, 2025 11:00:00 PM

Controlar las finanzas personales puede parecer un reto, especialmente cuando se trata de gestionar gastos fijos y variables. Estos conceptos son esenciales para estructurar un presupuesto que permita mantener la estabilidad económica y alcanzar metas financieras. Aquí te explicamos cómo identificar estos tipos de gastos, manejarlos eficientemente y ahorrar en ellos.

¿Qué son los gastos fijos y variables?

Los gastos fijos son todos aquellos pagos que realizas de forma periódica, generalmente mensual, y que mantienen un monto constante o muy poco variable. Estos compromisos no dependen de tus hábitos de consumo, sino que responden a contratos, servicios o responsabilidades que debes cubrir sí o sí.

Ejemplos comunes incluyen:

  • La renta o el pago de hipoteca
  • Créditos personales, automotrices o hipotecarios
  • Seguros de vida, auto o salud
  • Servicios contratados con tarifa fija (como internet, televisión de paga o membresías de gimnasio)
  • Colegiaturas escolares

La ventaja de este tipo de egresos es que puedes anticiparlos con facilidad y destinarlos desde el inicio del mes dentro de tu presupuesto.

Los gastos variables

A diferencia de los anteriores, estos fluctúan según tu comportamiento de consumo. Aunque algunos son necesarios, como la alimentación, su monto cambia constantemente y puede desbalancear tus finanzas si no se controlan con disciplina.

Entre los más comunes se encuentran:

  • Luz, agua, gas y otros servicios cuya tarifa varía
  • Transporte o gasolina
  • Salidas a restaurantes, cine o eventos
  • Ropa, calzado, libros, regalos y otros productos no esenciales
  • Consultas médicas no recurrentes o medicamentos eventuales

Aunque algunos pueden parecer inofensivos por ser esporádicos o pequeños, si se acumulan sin control pueden llevarte a usar la tarjeta de crédito o pedir préstamos para cubrir otros compromisos más importantes.


Diferencias entre ambos

La principal distinción radica en la previsibilidad. Los gastos constantes son fáciles de anticipar y programar, mientras que los variables requieren mayor vigilancia, pues pueden cambiar de un mes a otro. Una buena salud financiera implica tener claro cuánto debes cubrir en cada categoría y no permitir que el consumo emocional o impulsivo ponga en riesgo el cumplimiento de tus obligaciones principales.

 

Ejemplos reales para entender mejor

A veces, la mejor manera de comprender la diferencia entre los compromisos financieros constantes y los consumos variables es a través de casos prácticos. Aquí te presentamos tres escenarios comunes:

- Laura, maestra de primaria con familia

Laura vive con su esposo y dos hijos. Cada mes paga $6,500 de renta, $2,000 de colegiaturas y $900 de un seguro de gastos médicos mayores. Estos son compromisos fijos.

Además, gasta alrededor de $4,000 en despensa, $1,200 en gasolina y unos $2,000 en salidas familiares. Como estos últimos varían mes a mes, entran en la categoría de egresos variables.

Gracias a un presupuesto claro, Laura identifica en qué puede ahorrar: canceló plataformas de streaming que no usaba y redujo las salidas a restaurantes de cuatro veces al mes a solo dos.

 

- Ernesto, trabajador administrativo que vive solo

Ernesto paga una hipoteca de $8,000 mensuales y servicios fijos como internet ($600) y celular ($450). También paga un crédito personal de $1,500.

En cuanto a egresos variables, sus mayores gastos son el supermercado, comida para llevar y transporte. En meses con promociones o rebajas en tiendas, ha notado que su consumo se dispara.

Para controlar esto, instaló una app de finanzas y estableció un tope de $3,000 mensuales en todos los gastos que no sean esenciales.

 

Cómo integrarlos a tu presupuesto mensual

Al momento de hacer un presupuesto, los más fáciles de manejar son los gastos fijos, porque sabes exactamente cuánto tienes que destinar a ellos en el mes. 

Por otro lado, los gastos variables siempre pueden salirse de control y terminar afectando tu presupuesto, al hacer que gastes más o que tengas que recurrir a la tarjeta de crédito para cubrirlos. 

Para mantener tus finanzas sanas, debes elaborar un presupuesto que considere tanto los pagos fijos como los que dependen de tus hábitos. Aquí algunos consejos prácticos:

  1. Crea un presupuesto claro y realista.
    Asigna cantidades específicas a cada categoría. Para los gastos fijos, utiliza el monto exacto de tus facturas. Para los variables, define un límite basado en tus hábitos y necesidades.
  2. Reduce lo innecesario.
    Evalúa cada gasto y elimina los que no son imprescindibles, como suscripciones o membresías poco utilizadas.
  3. Asigna dinero a imprevistos.
    Reserva un porcentaje de tu presupuesto para emergencias y evita utilizar la tarjeta de crédito para cubrir gastos inesperados.
  4. Optimiza el consumo de servicios.
    Pequeños cambios como apagar luces, reducir el uso de agua y gas, o buscar tarifas más económicas en internet y telefonía pueden generar grandes ahorros.
  5. Realiza un seguimiento mensual.
    Revisa cómo se desempeñó tu presupuesto y ajusta las cifras si es necesario. Este ejercicio es clave para evitar desbalances y mejorar tus hábitos de consumo.

Consejos específicos para ahorrar en tus gastos fijos

Adopta hábitos de finanzas saludables como

  • Identificación de gastos. Anotar los ingresos y los gastos que tienes al mes, clasificarlos en dos categorías, por ejemplo, los que son indispensables y los que no lo son, para priorizar dependiendo de tus necesidades.
  • Compara proveedores. Busca alternativas más económicas para servicios como internet, telefonía o seguros.
  • Negocia tus contratos. Consulta con tus proveedores si pueden ofrecerte descuentos o mejores condiciones.
  • Evita endeudarte. Mantén un control estricto sobre los gastos fijos para no recurrir a financiamientos innecesarios.

Productos financieros como apoyo

Parte de una buena educación financiera es aprender cómo administrar tu dinero, y parte de esa administración incluye investigar y conocer acerca de los productos financieros del mercado para poderte apoyar de ellos y manejar tu dinero.

Herramientas como cuentas de ahorro, créditos, préstamos, son elementos que no solo generan deuda sino que son auxiliares para equilibrar tus finanzas y poder balancear tus ingresos y gastos en diferentes periodos.

Por ejemplo, un crédito puede auxiliarte en adquirir productos útiles pero de alto valor, como un auto o una casa, que son difíciles comprarlos en un único pago, es aquí donde los créditos hipotecarios o los automovilísticos te auxilian para ir pagando conforme a tu capacidad de pago sin afectar o poner en riesgo tu estabilidad financiera.

Lo importante es llevar un control a través de un presupuesto mes con mes y apegarse lo más posible a él, investigar y comparar productos y así lograr metas de mayor valor monetario para crecer el patrimonio sin dejar de atender los gastos fijos.

Además, herramientas como créditos de nómina pueden ser útiles para equilibrar tus finanzas cuando enfrentas gastos fijos elevados o imprevistos. En Crédito Maestro, ofrecemos opciones personalizadas con tasas competitivas que te ayudarán a mantener tu estabilidad económica sin comprometer tus objetivos financieros.

Consulta con nuestros asesores para encontrar la solución adecuada y logra manejar tus gastos fijos y variables de manera eficiente.


Fuentes:

Bankrate, What’s the difference between fixed and variable expenses? 

Nerdwallet, How to Budget for Variable Expenses.