En el día a día existen diferentes gastos a los que debes hacer frente, como el pago de transporte, comida, ropa o vivienda; mientras que hay otros que nos brindan ciertas satisfacciones o bienestar.
Los gastos innecesarios son todos aquellos de los que puedes prescindir sin afectar a tus necesidades básicas, sin embargo, son diferentes para cada persona, ya que las situaciones de cada quien son exclusivas.
Por eso, lo primero que debes hacer es identificar cuáles son los tuyos. Estos se dividen en dos tipos: fijos y variables.
Los primeros se refieren a todos aquellos que tienes que desembolsar mes con mes, por ejemplo la renta, el transporte o el pago de algún seguro o préstamo.
Los segundos, como su nombre lo indica, varían cada mes, dependiendo de las necesidades que tengas que cubrir, es decir, la comida, la ropa o el pago de ciertos servicios.
Tanto en los gastos fijos como en los variables puedes hacer ajustes, algunos los puedes eliminar y otros reducir, por eso es importante tenerlos todos identificados.
¿Cómo los puedes reducir?
Una vez que tienes tus gastos clasificados, hay algunas estrategias que puedes usar para disminuirlos:
- Gastos fijos. Estos son un poco más difíciles de modificar, pero no imposible. Por ejemplo, si vas en coche todos los días al trabajo, una opción sería ir un par de días en transporte público o compartirlo con algún compañero de trabajo o vecino que tome la misma ruta.
Si pagas algún crédito, buscar refinanciar la deuda o buscar otra que tenga menos intereses. Recuerda que entre más tiempo pagues un préstamo, el costo en el largo plazo es mayor.
- Gastos variables. Identifica primero cuáles son básicos para vivir y cuáles son gustos que te das día con día. Si comes diariamente fuera, una opción es cocinar algunos días; si sales una vez a la semana con tus amigos, puede cambiarse la actividad a una reunión en casa.
Otra opción es revisar los servicios a los que estás inscrito. En lugar de pagar el plan de telefonía más caro, puedes optar por uno menor, sobre todo si no consumes todo lo que incluye el plan.
¿Y los gastos hormiga?
Este tipo de gastos se refiere a aquellas pequeñas cantidades que vas dejando diariamente sin darte cuenta: una cajetilla de cigarros de vez en cuando, un refresco diario, un café a la semana o la salida al cine ocasionalmente.
También se incluyen muchos de los servicios digitales que hemos ido adquiriendo con el tiempo, como pago por televisión o música en streaming, suscripciones a servicios prémium, etcétera.
En un principio, no parece que desembolses mucho dinero y por eso son tan peligrosos, porque pueden afectar tu presupuesto sin que te des cuenta.
Hagamos un ejercicio muy básico:
Como puedes ver, ya todo junto representa una cantidad considerable. Si decides recortar solo esos gastos, con lo que ahorres en un año, podrías salir de vacaciones sin preocupaciones o comprar una nueva computadora. Incluso reducirlos a la mitad, ya representa un ahorro.
Por último, recuerda que no se trata de privarte de todo y vivir en la austeridad, sino de establecer prioridades. Puedes disfrutar de muchas de estas cosas, pero valdría la pena considerar no hacerlas todas ellas al mismo tiempo.
Si estás buscando hacer frente a todos tus gastos, acércate a los asesores de Crédito Maestro, que podrá ofrecerte las opciones que mejor se acomoden a tu presupuesto.
Fuentes:
CNBC, You can save thousands by cutting these expenses.
Forbes, 10 Household Expenses You Can Eliminate Right Now.
Wells Fargo, Eliminating unnecessary expenses.