Si te preocupa la educación de tus hijos, existen varias formas de asegurar que podrán contar con los recursos necesarios, en el momento en que lleguen a la educación superior, uno de ellos es el fideicomiso educativo.
Un fideicomiso es un contrato mediante el cual se destinan ciertos bienes o derechos para beneficio, ya sea propio o de un tercero; en este caso serían tus hijos.
Es manejado por una institución fiduciaria, autorizada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y mientras es operado por ella, puede generar rendimientos.
Al momento de realizar el contrato, debes asegurarte que se trate de un fideicomiso educativo, ya que puedes deducir de impuestos, los rendimientos generados por él.
Ventajas del fideicomiso educativo
A diferencia de un seguro educativo, un fideicomiso funciona más como un ahorro, en el que se realizan aportaciones, que estarán sujetas a obtener cierta rentabilidad.
El periodo de aportación puede llegar a ser menor que con un seguro y al tratarse de un instrumento para la educación de tus hijos, es deducible de impuestos.
Además, las instituciones fiduciarias suelen tener convenios con universidades, tanto nacionales, como extranjeras.
Un punto importante es que los seguros tienen algunas cláusulas, que condicionan el que una persona pueda acceder a él, para garantizar que se cubrirán los pagos necesarios.
Cuestiones como la edad o salud del contratante tienden a aumentar el costo de un seguro; lo cual no ocurre en un fideicomiso.
¿Cómo elegir el mejor fideicomiso educativo?
Como cualquier otro instrumento financiero, es importante comparar los requisitos y características del fideicomiso que quieres contratar.
Revisa el contrato y pide que te aclaren cualquier duda que tengas. Además, asegúrate de saber qué pasaría en caso de fallecimiento o invalidez, así como todos los plazos para la entrega del fideicomiso.
También ten en cuenta que con un fideicomiso te comprometes a ahorrar una parte importante de tus ingresos, para el futuro. Este dinero debe ser adicional al que destinas a los gastos, el pago de deudas e, incluso, otros ahorros, como el del retiro o el fondo de emergencias.
Antes de comprometerte con un fideicomiso educativo, es esencial comprender bien tus finanzas. Haz nuestro "Test de cultura financiera" y asegúrate de tener los conocimientos necesarios para tomar decisiones inteligentes que beneficien tu futuro.