Como ya lo sabes, tener finanzas saludables implica que ya conoces tu presupuesto, sabes en qué gastas, mantienes controladas tus deudas y cuentas con algo de dinero ahorrado.
Ahora bien, lograrlo no se hace de la noche a la mañana, sobre todo porque los ingresos son limitados y los gastos pueden parecer interminables. Pero si quieres mantener tus finanzas saludables, aquí te damos tres claves que debes seguir:
1. Haz que las finanzas saludables sean un hábito
El manejo de las finanzas personales debe convertirse en un hábito, así como hacer ejercicio o tomar agua.
Llevar tu presupuesto es una tarea a la que deberías dedicar algunas horas cada fin de mes. Registrar tus gastos debería hacerse diario o por lo menos de forma semanal, para saber en qué gastas.
Así como dejas un espacio cada semana para la limpieza de la casa o la salida con la familia, separa una hora para actualizar tu presupuesto, tus gastos y pagar los recibos pendientes, para evitar retrasos.
Si se te complica mucho saber en qué estás gastando, usa la tecnología. Hay diferentes aplicaciones que pueden ayudarte a llevar el registro de tus finanzas personales y al final de la semana o del mes puedes solo sumar los totales.
También puedes usar la aplicación de la institución financiera donde tengas tus tarjetas, ahí es más fácil llevar el registro de todo lo que has pagado con la tarjeta.
2. Mantén la disciplina para alcanzar finanzas saludables
Para crear hábitos, también se requiere disciplina. El ahorro y la forma en la que gastas solo es parte de la educación financiera. Si cada vez que recibes tus ingresos, inmediatamente separas una parte para el ahorro, con el tiempo, se volverá algo automático.
Si antes de realizar un gasto cualquiera, como salir a cenar, comprar un reloj nuevo o pagar la suscripción de cualquier servicio de streaming, te preguntas si deberías hacer ese gasto, con el tiempo evitarás gastar de forma innecesaria.
Una herramienta que puedes usar para el ahorro automático es a través de la institución financiera donde recibes tus ingresos. Ahí puedes determinar cuánto se va al ahorro y cuánto quedará para tus gastos mensuales.
Y al igual que con cualquier otra cosa, si un día gastas de más o se te olvida ahorrar, el objetivo será mantener la disciplina y volver a intentarlo.
3. El análisis es básico para las finanzas saludables
El análisis es indispensable en la educación financiera. Antes de gastar o adquirir una deuda analiza por qué lo estás haciendo: ¿Te lo puedes permitir? ¿Obtendrás algo más que la gratificación momentánea? ¿Te está ayudando a construir un mejor futuro?
Esto no significa que no debas gastar nunca o que no puedas comprar algo solo porque sí, muy de vez en cuando, lo importante es que seas plenamente consciente de si el gasto que vas a hacer es por gusto o necesidad.
Significa que todos los gastos no necesarios que tengas, deben estar controlados y jamás debes endeudarte por ellos. Mientras que todas las deudas que adquieras deben tener un objetivo mayor, como una inversión o aumentar tu patrimonio.
Aunque al principio parezca una proeza, sigue estas tres claves y verás como tus finanzas comienzan a mejorar, sobre todo porque ahora sabrás adónde se está yendo tu dinero y por qué, en lugar de verlo desaparecer cada quincena.
Fuentes: