Para que ahorrar dinero sea un hábito, debe seguir un cierto proceso que conlleva tiempo, pero después se hace de forma tan natural que ya no requiere grandes esfuerzos.
1. Crea un plan
Todo empieza por tener un plan. Si no hay objetivos que alcanzar, será difícil darle seguimiento y casi imposible que se forme un hábito.
Empieza dando pequeños pasos, por ejemplo, proponerte ahorrar 200 pesos por quincena durante tres meses; o bien, ahorrar 5 pesos diarios por un mes.
En este plan de ahorro, ten en cuenta que es importante saldar tus deudas en caso de haber solicitado un préstamo con descuento vía nómina para trabajadores de Gobierno, así lograrás que tu ahorro incremente con el tiempo.
2. Pon metas realistas
Esto nos lleva al segundo punto, que es tener metas realistas. Esto es más o menos similar a la gente que quiere bajar 10 kilos en dos meses, para lograrlo tendrá que matarse de hambre y probablemente sea poco sano.
Además, se vuelve tan difícil seguir ese tipo de dieta que en un par de semanas volverá a comer igual que antes y recuperar el peso perdido.
Tal vez decidas ahorrar 2,000 pesos a la quincena, pero si eso limita tus otros gastos al máximo los más probable es que solo ahorres un par de quincenas.
El ahorro es algo que debes mantener en el largo plazo, así que las cantidades que fijes tienen que ser cómodas para tu presupuesto, sin apretar demasiado.
3. Establece recordatorios
Pon recordatorios en la puerta del refrigerador, la agenda, cerca de la televisión, tu escritorio o en el celular.
Crea todos los recordatorios que necesites, para que no olvides separar la cantidad que tienes que destinar al ahorro según tu plan.
4. Celebra alcanzar tus objetivos
Una vez que alcanzaste un objetivo, celébralo. Recompénsate con una tarde de descanso, tu bebida favorita o date un pequeño gusto, pero evita gastar todo lo que hayas ahorrado.
Cada vez que alcances un objetivo, festeja con algo diferente, para que mantengas la motivación por más tiempo.
5. Repite
Para que se forme un hábito, es necesario repetir una y otra vez el proceso, así que es necesario volver a empezar con el plan.
Sigue con el mismo que ya tenías, un par de veces más, una vez que ya te sientas cómodo, puedes probar a incrementarlo, por ejemplo, ahorrar un poco más o por más tiempo.
Sobre todo, no te desanimes si en algún momento lo interrumpes antes de tiempo, esto es normal al principio, antes de que empieces a formarte el hábito, lo más importante es que vuelvas a retomarlo en cuanto te sea posible.
Ahí tienes algunas claves para que ahorrar dinero se convierta en un hábito. Empieza con un plan y mantén la constancia, cuando veas los primeros logros querrás ir por más.